Vivimos en un mundo donde es más común ver a un bebé ser alimentado con biberón que lactando del pecho de su madre.
Se ha normalizado la hipersexualización de la mujer en la publicidad, sin embargo, escandaliza y algunas personas tachan de “inmoral” que una madre amamante a su hijo en público.
Hace unos días leía una noticia en la que una madre se quejaba en las redes sociales porque en un vuelo internacional una azafata le solicitó que se tapara mientras le daba pecho a su bebé. Esto debido a que a otros pasajeros les incomodaba verla amamantar.
Ella no accedió, pues argumentó que a su hijo le molestaba tanto taparse con una manta como que le quitaran el pecho. Y así como esta, hay miles de historias en donde la sociedad constantemente señala, juzga, rechaza y cuestiona la lactancia materna en público.
¿Por qué es importante amamantar?
Amamantar es un acto natural y humano. Somos mamíferos y nuestro cuerpo ha sido diseñado para eso.
La leche materna es la única capaz de proveer los nutrientes especiales para el desarrollo adecuado de los bebés.
Sin embargo, existen muchas barreras culturales que han convertido la lactancia en un hecho difícil, extraordinario y casi imposible de lograr.
La lactancia materna genera múltiples beneficios tanto para la madre y el bebé como a nivel social, solo por mencionar algunos:
- Protege el sistema inmunitario del bebé.
- Facilita el vínculo madre – hijo.
- Contribuye significativamente al desarrollo mental del bebé.
- Disminuye el riesgo de enfermedades en la madre, tales como: hipertensión, depresión postparto, cáncer de ovarios y pecho.
- Colabora con la economía familiar.
- Ecoamigable: es renovable y no genera desperdicios.
¿Por qué se hace tan difícil la lactancia si es un acto natural?
La popularización de la leche de fórmula y biberones en los últimos años ha hecho que no contemos con referentes culturales y familiares sobre la lactancia materna.
Muchas veces en nuestras familias, trabajos o grupos de amistad ninguna mujer ha amamantado a su bebé, ya sea por falta de información, apoyo o cualquier otro motivo.
No ver a otras mujeres amamantar nos hace pensar que la lactancia es un hecho aislado, raro, poco común. Pareciera que está reservado solo para algunas madres, unas con “súperpoderes”.
Esta postura nos ha creado de tabúes y mitos que desinforman a las madres, las aíslan y las invisibilizan en lugar de empoderarlas y cuidarlas.
“Tu leche es pura agua”, “tu leche no le llena nada”, “¿hasta cuándo le darás pecho?”, y muchas más frases y comentarios ofensivos son con los que conviven diariamente las madres durante su lactancia.
Ante la falta de referentes, es necesario informar, romper mitos, educar, crear redes de apoyo donde las mujeres se sientan acuerpadas y sostenidas.
Favorecer la construcción de una sociedad pro – lactancia no es solo responsabilidad de las madres, todos podemos hacer una sociedad que facilite la lactancia materna.
Es tu responsabilidad, mía y de todos promover espacios libres de juicio en torno a la lactancia materna.
La alimentación es un derecho fundamental y no se le puede negar a nadie, mucho menos a un bebé que no sabe de horarios.
La lactancia es mucho más que leche, es vínculo, amor y protección, por eso debe ser libre y a demanda, cuando el bebé quiera y lo necesite.
¿Cómo podés hacer para favorecer la creación de una cultura prolactancia en tus entornos?
- En la calle o lugares públicos, empatiza con una madre que amamanta a su bebé, evita miradas y comentarios ofensivos, ayudale a sentirse cómoda.
- Si tu pareja está amamantando, apoyala asegurándole un buen descanso y alimentación.
- Empoderá a tu compañera o amiga que está amamantando compartiéndole información actualizada y reconociendo su esfuerzo.
- Recomendá e invitá a tus amigas o familiares a participar en grupos de apoyo a la lactancia materna donde puedan informarse y sentirse acompañadas.
- Como profesional de la salud, recomendá la lactancia materna exclusiva desde el parto hasta los seis meses de vida e informá a las embarazadas sobre los beneficios de la lactancia.
- Si sos empleador/a, creá salas de lactancia en tus empresas donde las madres puedan extraer y almacenar su leche de forma cómoda y segura durante su jornada laboral.
Colaboración de Lucila Martinez, psicóloga especialista en crianza respetuosa, Guía Montessori IMI, Asesora de lactancia y Doula de parto.