Ni todas las personas son iguales, ni todos disfrutan con las mismas cosas, ni todos comparten por igual la emoción de las fiestas de fin año.
Se supone que las fiestas de fin año son un tiempo de alegría y felicidad, pero para muchas personas son las fechas más difíciles. Aquellas personas que experimentan enfermedades mentales que conllevan una tristeza profunda, un sentimiento de soledad y de vacío o una incapacidad para conectar con los demás pueden temer a las fiestas de fin de año por considerarlas la peor época del año.
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Por otra parte, las tensiones familiares, el consumo excesivo de alcohol, la nutrición inadecuada, la soledad física y las preocupaciones por el dinero pueden convertirse, para muchas personas sin enfermedades mentales, en verdaderos factores de riesgo que elevan las probabilidades de llegar a sufrirlas en esta época.
De hecho, se sabe que esta temporada festiva puede intensificar las enfermedades psíquicas. Basta un ejemplo: cada anuncio, cada imagen, cada canción que evoca a los amigos sonrientes o a la familia reunida pueden aumentar la sensación de soledad en muchas personas, lo que supone un marcado impacto en la salud mental.
Una paradoja que duele
Asimismo, la literatura científica recoge un aumento de hasta el 40% en el número de suicidios justo después de estas fiestas (porcentajes tomados de La Prensa 2018 y OMS 2017).
Las fiestas navidad y fin de año, desprovista de sus valores espirituales, se puede convertir en una fiesta reservada sólo para los afortunados de la vida, mientras que para los ‘desafortunados’ puede representar un mayor sufrimiento.
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Paradójico; tratándose, como reza su propio nombre, de la celebración de la llegada del portador del amor, del consuelo y de la esperanza. Las personas que sufren trastornos mentales necesitan y vibran con la fe y con la esperanza, pero no con la fiesta sin más.
Desde el perfil de salud mental mental para todas las personas les deseo que pasen unas hermosas fiestas de fin año, pero también quiero recordarle a las personas que no están solas/os y que pueden contar con el apoyo de una persona profesional en el tema cuando lo necesiten.
Colaboración de la psicóloga Cinthya Lara. Podés contactarla en Instagram:
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