La cultura de los pueblos del istmo centroamericano es tan compleja que deben utilizarse métodos interdisciplinarios para explicar las expresiones artísticas que se multiplican y diversifican en sus formas. La ciudad letrada que pretende leer en claves escritas los signos visuales, plásticos y audiovisuales se quedó atrapada en formas de lecturas que no le permite descifrar el signo de los tiempos. Cada día que pasa la velocidad de las imágenes circula en formatos inéditos.
En este contexto, la cultura salvadoreña propone expresiones artísticas interesantes. Los audiovisuales y las plásticas experimentan espacios, formas y propuestas ideológicas que trascienden la tradición. El campo de la fotografía de corte realista que da cuenta de los dramas sociales y las desgarraduras humanas comparte el espacio con la fotografía artística que explora ámbitos como el filosófico, estético, político, de género y de las nuevas masculinidades.
La propuesta fotográfica titulada Sin pre-juicios del autor salvadoreño Juanjo Tenas, que se inaugurará el martes 21 de febrero en el Instituto Nicaragüense de Cultura Hispánica (INCH), examina una serie de espacios cuyo leitmotiv es el cuerpo femenino y, de manera extraña, también visibiliza una de las formas de la masculinidad.
El discurso fotográfico de Juanjo Tenas tiene a la base el contraste del cuerpo como lugar donde se refracta la luz, se expone la focalización del autor y la perspectiva del discurso fotográfico. La ausencia de luz opera como las márgenes donde finaliza su narración; pero el fondo negro deja ver ensimismamiento, enigmas y sortilegios.
La exposición del cuerpo adquiere movimiento con los trazos de colores, es el lienzo que se dibuja en la piel con sus manos de pincel. Son líneas que recorren lentamente la piel hasta insinuar una caricia deslizándose como gota de excitación. Estas fotografías establecen una relación con el ámbito de las artes plásticas, pues los elementos en perfecta combinación sugieren cuadros de pintura, al mismo tiempo se identifica el componente lúdico que activa el juego de los colores y las curvas en el desnudo femenino.
El uso de la técnica fotográfica y la perspectiva artística del autor le permite incorporar recursos que adquieren sentido temporal; es decir que el elemento humano y su entorno viajan hacia un pasado ficcional construido con el sepia, que en el plano metafórico nos evoca a un pasado detenido en las imágenes.
Juanjo Tenas usa el color negro profundo en el fondo de sus fotografías y, en el caso de la serie en sepia se vuelve relevante el contraste de la refracción de la luz en el lienzo del cuerpo. Los elementos del cuerpo adquieren sentido en el juego de equilibrio entre las partes eróticas altamente sexuales de la penumbra, las extremidades y las voluptuosidades, que entrecruza las líneas rectas del erotismo con la cadencia del cuerpo. En otro compás, la geografía de los senos desde la perspectiva de la luz desciende hacia el centro de la sensualidad femenina, la cual se equilibra con la luz de los muslos que sostienen en plano inclinado el erotismo de la oscuridad.
En la otra parte de esta serie los cuerpos en movimiento de los desnudos femeninos adquieren una dimensión artística, puesto que a pesar de la completa ausencia de atuendos se pondera la sensualidad sobre la sexualidad, lo erótico sobre lo pornográfico. Se vuelve trascendente el juego de la luz, el movimiento o la quietud de los cuerpos que revelan todo sin caer en lugares comunes.
Otro espacio de exploración en el que incursiona el autor es el desnudo masculino. En la cultura centroamericana contemporánea este tema tensiona el campo cultural, pues se activan discursos machistas, religiosos, morales, de género y el de las nuevas masculinidades. Hasta ahora se conoce que el desnudo masculino es un “correlato” en el campo de la fotografía centroamericana.
En esta exposición el fotógrafo trasciende al visibilizar el cuerpo masculino que tensiona y juega con una cadena entrelazada, que en el plano metafórico se puede relacionar con las cadenas mentales, machistas, ideológicas y de las prohibiciones.
Un último elemento importante es el diálogo de imágenes entre el hombre y la mujer. Una fotografía que se caracteriza por la estilización artística de dos desnudos al aire libre, pletóricos en armonía con la naturaleza, anclados a la roca, gravitando en el bosque circundante, mientras la prolongación del seno femenino besa el firmamento y se proyecta en la geografía montañosa del horizonte.
Esta muestra le deja al espectador el desafío de reconocer que el cuerpo es discurso y tiene múltiples formas de expresarse. La perspectiva culturalista debe ayudar a mirarnos como cuerpos en movimiento, con sentido, sentimiento y autodeterminación. Es necesario que reaccionamos frente al discurso publicitario que compra, utiliza y vende el cuerpo como mercancía. No se debe confundir pornografía “mass media” con erotismo artístico. Sin duda las nuevas sensibilidades, los descubrimientos de la diversidad en la totalidad y la producción de formas alternativas de arte, son los caminos que nos conducirán hacia la exploración de realidades ocultas, prohibidas o invisibilizadas.
Escrito por el Dr. José Luis Escamilla con el fin de ilustrar la exposición de Juanjo Tenas. Si querés más información podés dar clic acá.